El diseño está en todas partes: en los objetos que usamos, los servicios que consumimos y las interfaces que interactuamos cada día. Pero, ¿qué hace que algunos diseños sean tan intuitivos y otros frustrantes? En su libro «El Diseño de las Cosas Cotidianas», Donald Norman nos lleva a través de los principios fundamentales del buen diseño. Este clásico de la experiencia de usuario (UX) sigue siendo una referencia obligada para diseñadores de productos, ingenieros y cualquier persona interesada en crear cosas que realmente funcionen para las personas.
Aquí te ofrezco un resumen del contenido clave del libro, dividido en los temas principales:
1. Visibilidad
- Los usuarios deberían ser capaces de ver claramente las opciones disponibles y las funciones de un objeto. Ejemplo: Un interruptor de luz debe mostrar de manera obvia cómo encenderse o apagarse.
2. Mapeo
- Un buen diseño refleja la relación entre los controles y sus resultados. Ejemplo: Los mandos del fogones de la cocina deben estar dispuestos de una manera que corresponda a la ubicación de los quemadores.
3. Retroalimentación
- Es vital que el sistema devuelva información inmediata después de una acción. Ejemplo: Un sonido o una luz que confirme que una acción, como presionar un botón, ha sido exitosa.
4. Restricciones
- El diseño debería limitar las posibilidades de error al proporcionar restricciones claras. Ejemplo: Un enchufe de tres clavijas solo puede conectarse de una manera correcta, lo que minimiza el error.
5. La carga cognitiva
- Reducir la cantidad de esfuerzo mental necesario para usar un producto es clave para un buen diseño. Ejemplo: Los controles de volumen en los auriculares deben ser sencillos de usar sin tener que mirar cada vez.
6. Los affordances
- Los objetos deben insinuar cómo se utilizan simplemente por su apariencia. Ejemplo: Una puerta con un tirador claramente indica que debes tirar para abrirla.
7. Errores
- Los diseñadores deben anticipar y planificar posibles errores de los usuarios. Ejemplo: Los sistemas deben incluir opciones de «deshacer» para corregir acciones accidentales.
8. El ciclo de la acción
- Donald Norman describe este ciclo como la secuencia mental que sigue una persona para realizar una tarea: objetivo, intención, acciones físicas, evaluación y retroalimentación.
- Cada paso debe ser claro y fácil de completar para el usuario.
Conclusión:
«El Diseño de las Cosas Cotidianas» es más que una guía para hacer objetos usables. Nos recuerda la importancia de diseñar con empatía, poniéndonos en los zapatos del usuario. Como diseñadores UX, debemos asumir que los usuarios cometerán errores y crear experiencias que no solo faciliten el éxito, sino que también minimicen la frustración y el malentendido. Norman nos invita a cuestionar la funcionalidad de todo lo que creamos, a enfocarnos en los detalles pequeños que generan grandes diferencias. Hoy, más que nunca, necesitamos crear interfaces y productos que hablen por sí solos, sin necesidad de manuales complejos. El libro de Norman sigue siendo una referencia esencial para aquellos que buscan mejorar el mundo, un diseño a la vez.